Segunda parte del artículo preparado para la revista Immoscopia del sector inmobiliario de Cataluña a propósito de la conferencia "Gánate a ti mismo" realizada por José Antonio Madrigal en su encuentro anual.
Accede a la primera parte del artículo Gánate a ti mismo.
La lucha contra nuestro propio yo es una batalla constante, pero si lo trabajamos de forma habitual podemos llegar a mantenerlo adormecido.
Esta es una de las claves psicológicas que más se trabaja en el ámbito bursátil. Y es que aprender a controlar nuestro propio ego es vital para poder ser un inversor rentable año tras año.
En la profesión bursátil, como en muchas otras en las que se manejan grandes cantidades de capital, existen infinidad de fuerzas externas y también internas que hacen florecer con mucha energía al egocéntrico que todos alojamos en nuestro interior.
En la bolsa, se trata de ganar o perder y el ego siempre nos intenta empujar hacia la victoria, sin plantearse que obstáculos y que cosas perdemos por el camino. Nos hace actuar por impulsos, una actitud francamente negativa en la inversión bursátil y en muchos otros sectores profesionales. Nos hace sobre-confiar en nuestros poderes sin valorar las consecuencias de ciertos movimientos apresurados. En definitiva, nos aleja de la templanza y nos acerca al abismo financiero.
Por eso, es necesario trabajar constantemente el control de nuestro propio yo.
Es imprescindible tener siempre en la mente la idea de que en la vida hay muchísimos motivos de felicidad que son infinitamente más importantes que tener dinero. Retomo aquí uno de los interrogantes que planteaba más arriba: ¿Quién es más feliz el que lo tiene todo o el que disfruta de todo?
Se es infinitamente más alegre, y por extensión feliz, cuando se es consciente de que los buenos momentos son para disfrutarlos.
Además, si somos capaces de ganarnos como personas, la vida nos recompensará económicamente. Estoy seguro.
En España, hemos interiorizado la máxima del pánico al fracaso.
Por eso, tanto en la bolsa como en la vida nos aferramos a posiciones negativas por el simple hecho de no desvelar a amigos y familiares que hemos fracasado en alguna operación sea profesional o personal.
El fracaso forma parte del camino hacia el éxito. No debemos tener miedo al fracaso. Todos y cada uno debemos luchar por nuestros sueños, sea el que sea.
En definitiva, cada persona ha de desarrollar su ilimitado potencial, valorar al máximo su vida y respetar, así, la de los demás. Se trata de plantear la transformación positiva de todas las personas para que los temores se conviertan en valentía, las dudas en conocimiento y el egoísmo en altruismo.
De nuevo aparece el beneficio económico y pragmático de ser bondadoso. Fingir es complejo y consume mucha de nuestra energía. Ser transparente es cómodo y, a la vez, placentero. Es muy habitual no ser honesto en ciertas facetas de nuestra vida pero, a la vez, es necesario intentar trabajar la honestidad para conseguir una mayor calidad de vida.
Creciendo cada día un poquito haciéndolo mejor, nuestras neuronas aprenderán y se expandirán y si las regamos de buenas prácticas cada día, como una semilla, finalmente crecerán.
Comentarios
by Mario Hellín (no verificado) Jun 23, 2015 Enlace permanente
Me quedo sobre todo con el punto que dice "valorar todo aquello que nos rodea, más allá del dinero". Es necesario disfrutar de los momentos de felicidad porque son muy fugaces.
El dinero es evidente que ayuda pero nunca hemos de dejar que sea el centro de nuestras vidas.
Gracias por este artículo José Antonio.
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