Hay 74 agencias de rating en el mundo, pero solo 3 de ellas tienen el 90% del negocio y se reparten una cifra de negocio que ronda los 4.600 millones de dólares.
La principal crítica que reciben estas agencias de calificación, está relacionada con su titularidad: son compañías privadas que analizan datos económicos muy sensibles. Son conocidas por haber bajado la calificación a algunos países o grandes empresas y haber producido, así, consecuencias negativas en sus economías. Además, en los últimos años, han sido constantemente cuestionadas por arbitrarias y subjetivas en las calificaciones asignadas a economías nacionales y compañías que cotizan en Bolsa.
Este gran grupo empresarial dedicado a la energía eléctrica quebró y continuaba manteniendo una calificación excelente según las principales agencias de rating. Más tarde se supo que las compañías de calificación habían recibido fuertes presiones para que mantuvieran la nota hasta que una segunda compañía realizara la adquisición de Enron para reflotarla.
Se pueden conocer todos los detalles en esta noticia que se publicó cuando se produjo la quiebra de Enron en este enlace.
Extraeremos de un estudio sobre las agencias de calificación, el siguiente texto:
En materia de Seguros, un ejemplo muy divulgado y debatido en el mercado ocurrió cuando Moody’s publicó una calificación no requerida de la gigante alemana Hannover Rück, con una carta subsiguiente a esta empresa en la que se indicaba que esperaba el día que Hannover estuviera dispuesta a pagar (por los servicios prestados, el análisis realizado). Cuando la dirección de Hannover se negó, Moody’s continuó calificando a la aseguradora alemana durante varios años mientras continuaba realizando peticiones de pago. En 2004, Moody’s recortó la calificación de Hannover a estatus basura y, aunque las otras agencias de calificación habían dado a esta compañía buenas calificaciones, los accionistas de Hannover quedaron conmocionados por la degradación y la empresa perdió 175 millones de dólares en capitalización.
Lehman Brothers poseía una calificación de AA el día antes de quebrar, según la agencia de calificación S&P. Una nota que supone un sólida solvencia y una probabilidad mínima de incurrir en impagos. Inmediatamente después de su brusca fallida, la compañía de rating rebajó la nota del banco de inversión a "D", lo que significa considerar sus bonos y acciones como "basura".
Los directivos de las agencias de calificación afirmaron que era imposible intuir la quiebra atendiendo a los datos que las compañías de rating manejan para evaluar la salud de una entidad financiera.
Entre las páginas 160 y 162 de este estudio del cef sobre agencias de rating, aparece información detallada sobre la estructura accionarial de las tres principales agencias de calificación.
En este estudio, también se recogen las principales acusaciones que han recibido las agencias de calificación desde los medios de comunicación y algunas de ellas desde los poderes públicos. Pueden repasarlas entre las páginas 167 y 172.
Comentarios
by Paqui Ruiz (no verificado) Ene 07, 2015 Enlace permanente
Me ha resultado interesante conocer los detalles de los "jefes" de las agencias para entender un poco más su criterio a la hora de calificar. Un acierto, este post y bastante bien documentado. Creo que todo el mundo debería conocer informes como el que se utiliza de apoyo aquí.
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